El término “unschooling”, se compone de dos palabras: el prefijo un, que quiere decir sin, y la palabra schooling, escolaridad.

El niño puede aprender naturalmente a leer, a escribir, y a calcular de acuerdo a sus propios horarios, en sus propias maneras, por sus propias razones.
Aprender y querer aprender son inseparables. Aprender a escribir es cuestión de días, semanas, meses y aunque se tarde más se estará disfrutando el aprendizaje por que el niño lo desea, lo pide, le interesa, quiere y le encanta ver cómo va progresando y viendo que cada día necesita menos la ayuda de sus padres. Aprender es el efecto secundario de tener motivación intrínseca, curiosidad, interés o necesidad. Enseñar a escribir a un niño antes de que muestre interés por la escritura es también enseñarle que escribir es algo que debe hacer aunque no quiera, que es aburrido, difícil y pesado.
El niño aprende cuando su motivación interna es fortalecida a través de nuestra confianza y dejándolo “ser”, es decir, construye el camino hacia la autonomía y toma de decisiones en el aprendizaje cotidiano.
Para poder aprender de verdad algo y poder interiorizarlo, comprenderlo y no olvidarlo hace falta pasión, interés, motivación intrínseca, curiosidad o necesidad. Es mantener vivo el amor por el aprendizaje y la intensa curiosidad a medida que los hijos crecen.
Unschooling es respetar los procesos naturales de aprendizaje del niño. . Es confiar y saber esperar ya que ese momento llegará. El niño sabe mejor que nadie lo que necesita aprender para conseguir lo que quiere saber y los padres poder estar para darle, mostrarle y facilitarle las herramientas necesarias para ese fin.

El aprendizaje no se separa del resto de la vida. No hay un lugar específico donde se aprende y otro donde se vive. Se puede aprender en todo momento y lugar, por ejemplo, se aprende desde una muestra de arte, un libro, un documental, un juego, un experimento, o acampando.

El papel de los padres es el de proporcionar un entorno rico en experiencias y estímulos variados, de modo que el niño tenga opciones a su alcance y pueda probar y descartar las que quiera en el momento adecuado. Los padres están presentes, están disponibles para su hijo, hablan con él, le enseñan lo que hacen, lo llevan a ver y hacer diferentes actividades y están siempre dispuestos a responder a sus preguntas y a buscar recursos necesarios para que su hijo pueda satisfacer sus intereses.

• “Es un aprendizaje no estructurado”. No es una educación estructurada en el sentido de tener una programación anual.

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• “El adulto hace propuestas.” El adulto hace propuestas porque conoce los intereses, habilidades y capacidades de su hijo.

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• “Los padres guían al niño”. Las familias pueden guiar al niño con diferentes propuestas formativas.

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• “Los padres tienen un papel activo”. Buscan cosas que puedan interesar a sus hijos. Organizan actividades y salidas culturales, sociales y lúdicas con la expectativa de que algo resonará en el niño y querrá seguir investigando alguno de los temas que haya descubierto en esas actividades organizadas y propuestas por el adulto.

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• “Es un estilo de vida de aprendizaje”. Los padres e hijos disfrutan juntos explorando sus intereses y pasiones, aprendiendo en el camino. El aprendizaje es un proceso de educación intrínseco, personal y continuo.

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• “Los niños se convierten en entusiastas aprendices de por vida”. Construyen estrategias y adquieren herramientas para desenvolverse en el presente y futuro.

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• Se puede certificar con academia extranjera (Escuela Sombrilla)